Barroco
El barroco es un estilo artístico y un
periodo de la historia del arte, que se ubica entre el renacimiento y el
neoclásico. Desde su nacimiento en Italia principios del siglo XVII, se
expandió al resto de Europa y llegó a la pintura, la escultura, la arquitectura,
la danza, la música y la literatura. Hasta finales del siglo XIX, el término
barroco se utilizó como sinónimo de recargado, desmesurado o irracional, es
decir, con sentido peyorativo. Sin embargo, a partir de la mencionada centuria,
el concepto fue revalorizado.
El barroco supuso una renovación de los
estilos y las técnicas precedentes. Los poetas barrocos del siglo XVII, por
ejemplo, apelaron al terceto, el cuarteto, el soneto y la redondilla. También
utilizaron numerosas figuras retóricas y escribieron sobre tópicos como la
rapidez del tiempo, lo fugaz y la complejidad del mundo.
Es en España donde el barroco adquiere una
mayor fuerza y originalidad. El pesimismo, la decepción y el desengaño que
asomaban en el renacimiento se intensifican durante este periodo. Por otra
parte, la conflictividad social y política de la época genera que los autores
españoles reflexionen acerca del hambre, la miseria y la desigualdad.
El barroco español muestra varias tendencias
entre sus principales exponentes. Por un lado, la intención de los autores de
desentenderse de la realidad, a través de la presentación de un mundo ideal o
de rememorar viejas hazañas del pasado, como hicieron Lope de Vega (1562-1635)
y Luis de Góngora (1561-1627). Por otra parte, los escritores de este periodo
también apelaban a la sátira y la burla, como Francisco de Quevedo (1580-1645).
Escritores como Pedro Calderón de la Barca
(1600-1681) optaron por expresar su disgusto con la fugacidad de la vida y de
la belleza. Tampoco faltaron los autores que propusieron modelos de conducta
respetuosos con la ideología política y religiosa de la época, como Baltasar
Gracián (1601-1658).
Por último, no puede obviarse a Miguel de
Cervantes (1547-1616), el novelista, poeta y dramaturgo que dio vida a “El
ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”.
El siglo XVII es, en
general, una época de crisis y decadéncia.
España se encuentra gobernada por los
Austrias (Felipe III, Felipe IV y Carlos II) y pierde la hegemonía política y
militar que había alcanzado en el siglo anterior, Las graves dificultades
económicas provocan un descontento general, La crisis económica, las continuas
guerras, las epidemias y la emigración a América hacen descender la población española,
aumentan las diferencias entre los distintos estamentos (claro contraste entre
el lujo de la nobleza y la pobreza del pueblo llano)
EL PENSAMIENTO
BARROCO
Debido a la crisis sufrida durante este
período, el hombre adopta una actitud escéptica, desconfiada y pesimista. Se
tiene una visión muy negativa del mundo. La realidad de las artes o la
literatura es muy complicada. Está recargada, llena de contrastes, de
contradicciones y de dinamismo.
El hombre barroco ve el mundo como un lugar
caótico y está obsesionado con la brevedad de la vida y con el paso del tiempo.
Esto se debe al pesimismo y desengaño que sienten ante el mundo. Los hombres
piensan que vivir es “un ir muriendo cada día”.
Temas de la
literatura barroca:
- La muerte
- El sentimiento amoroso vivido de forma desgarradora.
- La apariencia engañosa de las cosas (famosa teatralización: la vida es una representación teatral, en la que Dios es el autor, y los seres humanos, los actores).
- La insatisfacción y la soledad (el hombre se siente solo ante el caos)
- Paralelamente, en el siglo XVII, el ser humano adopta una postura ascética (de menosprecio de todo lo terreno) y adopta una postura estoica (de resignación ante la desgracia.
- En la literatura, para expresar el distanciamiento de la realidad se recurre a la exageración y a la decoración. Con esto se pretende distorsionar la realidad para marcar los contrastes, es decir, las cosas no se describen como son, sino como se ven através de los ojos del escritor.
- · El artista y el escritor del barroco buscan la originalidad para provocar en el público la admiración y la sorpresa, y no se someten a ningún modelo ni a ninguna regla (a diferencia de los autores renacentistas)
- La lengua literaria del siglo XVII destaca por la complicación en la forma o el contenido para que resulte difícil de entender.
- La dificultad formal es sinónimo de belleza artística. Se trata de una creación de reflexión intelectual y no de emoción natural.
Temas del arte y la
literatura barroca
Durante esta época se buscan otras formas,
otros enfoques y otros recursos (complicación, dificultad, exageración...) Para
expresar los mismos temas del renacimiento.
Abundan los temas morales y religiosos (la
fugacidad de las cosas y de la vida, la muerte...) Debido al desengaño que
siente el hombre.
Son frecuentes, también, los temas
filosóficos, doctrinales y políticos (la naturaleza humana, el honor...)
La lírica en el siglo
XVII
En la poesía barroca conviven dos tendencias:
•
lírica popular: formada por villancicos, canciones de la lírica
tradicional castellana y romances, también tradicionales (romancero nuevo)
Es una lírica de lenguaje claro y sencillo.
•
lírica culta: formada por dos corrientes el conceptismo y el
culteranismo.
Estos tipos de lírica intentan sorprender al
lector con un objetivo: conseguir la belleza y la sorpresa. Los dos tienen en
común la dificultad y el rebuscamiento a la hora de escribir, pero los
culteranos se dirigen más a la sensibilidad y los conceptistas a los
sentimientos
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